En torno al vino ronda más de un mito; a mayor el precio, mejor calidad, por ejemplo, o que los años acumulados por una botella ofrendarán un caldo memorable. Puede que ambos parámetros cuenten en algunos, no todos los casos. Un vino no tiene que ser el más costoso de la carta para llevarse el palmarés.
A la hora de escoger una buena botella de vino, parece una tarea maratónica o sólo para expertos. Cientos de preguntas vienen a la cabeza, no es una tarea tan sencilla, depende de la ocasión, la comida, las personas, solo por nombrar algunas de las cuestiones que se nos vienen a la cabeza cuando estamos entre una botella u otra. Pensar en cuál será el mejor puede ser más agradable si prestamos atención a estos consejos que presentamos
1. Equilibrio: armonía entre aroma, sabor y color.
2. Aspecto: color y limpidez.
3. Aroma: perfumes desprendidos, limpios y agradables.
4. Gusto: equilibrio entre sabores y aromas de boca.
5. Cuerpo: sensación de volumen en la boca
6. Tipicidad: características de su origen, terruño, variedad de uva, elaboración.
7. Referencias: nombre, origen, cosechero, variedades de uva, sistema de elaboración.
8. Precio: siempre equilibrio con su calidad. Más caro no es mejor.
9. Proceso de elaboración: el más adecuado para no desvirtuar la calidad de la uva.
10. Presentación: tipo y color de botella, etiquetado, tapón utilizado, capsula de sobretaponado, embalaje.
Tip: más caro no es mejor. Estas recomendaciones te permitirán forjar tu propio criterio sobre un vino, para que llegue el momento en que la elección sea no solo una tarea fácil, sino placentera.
fuente: Portal www.cocinayvino.net