Por Lorena Carreño* Cuando hablamos de vinos que van del dulce al seco, que son amables al paladar, tintos rosados, espumosos o de aguja y sin complicaciones, hablamos sin duda del Lambrusco, del latin “labrum” que significa limitar y de “ruscum” que hace referencia al crecimiento espontáneo de estas vides en las zonas de cultivo. El Lambrusco es un vino que procede de la uva del mismo nombre y sin duda es de los caldos italianos más famosos fuera de Italia. La zona más antigua de elaboración del Lambrusco es Módena y seguramente la más famosa. La historia del Lambrusco es centenaria, el vino espumoso de la antigüedad conocido como Aigleucos, era hecho con bayas lambruscas, después se dejaba descansar, el mosto dulce sellado se sumergía en agua fría para detener la fermentación y antes de consumirlo era puesto al calor de manera que…