El vino se globaliza, y su consumo se vuelve cada vez más homogéneo con una serie de tendencias que parecen imponerse en todo el planeta. El vino, apoyado en los nuevos cauces de información y la tecnología, es un producto cada vez más global, lo que contribuye a una demanda cada vez más homogénea apoyada por acciones público-privadas de difusión y promoción cada vez más internacionales. Sin embargo, además de las perspectivas en la internacionalización del vino, vinculadas a este tipo de iniciativas empresariales (públicas o privadas), cabe añadir un conjunto de tendencias observadas desde el lado de los consumidores que también están influyendo en la evolución de las exportaciones de esta industria y que pueden resultar clave en el futuro éxito del vino en los mercados exteriores. Estas son las cuatro tendencias más importantes observadas en los últimos años: Vinos saludables Mayor interés…