Lorena Carreño El vino es un producto vivo perecedero natural, dejarlo expuesto a la luz, calor, vibración o variaciones de temperatura hace que cualquiera se eche a perder. La calidad del vino cambia a lo largo de su ciclo de vida, al principio desarrolla sus aromas, sabores, su acidez y carácter duro se reducen. Luego llega al punto óptimo conocido como madurez y ésta es variable según el tipo de vino, en algunos son meses y en otros años; finalmente, la calidad se reduce y el vino se apaga ya que pierde su color, su sabor y su aroma. Cuando se almacena adecuadamente no solo conserva su calidad sino que aquellos caldos que tienen algún tipo de crianza mejoran en aroma, sabor y complejidad por su añejamiento con el tiempo. Ese proceso empieza en la bodega del viticultor y termina en la botella en…