Abrir una botella de vino para solo una copa es un acto impensable. La gran inquietud surge cuando es que se pierda todo su sabor, aroma y calidad por solo degustar de un par de sorbos. Es cierto que este tipo de bebidas son sumamente delicadas y más cuando ya está expuesta al medio ambiente.
Para conservar en buen estado luego de descorcharla hay que tener ciertos cuidados y turcos guardados bajo la manga. Uno de ellos es tener una bomba de vacío manual, que permitirá que el vino no esté en contacto con el oxígeno (Su enemigo principal) mientras se está sirviendo.
Para volver a tapar el vino es muy complicado volver a ponerle el corcho en su lugar original sin ningún tipo de esfuerzo. Una sencilla solución es utilizando una navaja para reducir los bordes y así puede entrar sin mucha complicación. Es importante saber que los vinos tinto son un poco más resistentes y menos propenso a dañarse que los blancos o rosados.
Luego de degustar unas cuantas copas y aun queda líquido en su interior para preservarla por unos cuantos días más colocarlo en un lugar donde no entre mucha luz. Esto se debe a que el peor enemigo de un vino sin duda alguna es la luz.
La nevera será el mejor amigo. Las bajas temperaturas ayudarán a que se conserven durante un par de días, el tiempo estimado para degustarlo después de abierto es una semana. Al pasar este tiempo no se terminó de consumir por completo una buena vinagreta o reducción será la mejor opción para darle un buen uso sin desperdiciarlo.
Fuente: Portal www.cocinayvino.net