JUAN P. BELLIDO
Las ayudas se han destinado a bodegas, lagares y cooperativas. «Es uno de los vinos protegidos más antiguos de España», recuerda Zurera.
Favorecer la promoción y el conocimiento de los vinos de la denominación de origen Montilla-Moriles. Ese es el objetivo prioritario de las ayudas que la Consejería de Agricultura ha ofrecido a bodegas, lagares y cooperativas del marco y que, desde el 2008, han superado los 920.000 euros, tal y como puso de manifiesto el delegado de Agricultura, Francisco Zurera. La denominación Montilla-Moriles cuenta con 2.218 viticultores inscritos y con una superficie de viñedo que alcanza las 5.235 hectáreas inscritas, un tercio de ellas ubicadas en la zona de calidad superior. «A finales de la década de los setenta, la zona Montilla-Moriles llegó a tener casi 20.000 hectáreas de viñedo y, tras el importante arranque de cepas que tuvo lugar en los años ochenta y noventa, la superficie se ha estabilizado prácticamente en la última década», dijo Zurera.
En la actualidad, la denominación cuenta con 55 bodegas certificadas, de las cuales 33 realizaron vendimia durante el pasado año, y su zona protegida engloba a 18 municipios. «Se trata de uno de los vinos con denominación de origen más antiguos de España, pues su producción comenzó a estar protegida desde 1933, a partir del Estatuto de la Viña y el Vino de 1932», explicó el delegado territorial de Agricultura, quien recordó que el primer reglamento del marco vitivinícola cordobés data del año 1945. Además de obtener en el año 2011 el reconocimiento de la especificidad de sus vinos finos y del vino dulce Pedro Ximénez, tras más de dos décadas solicitándolo a las autoridades comunitarias, se convirtió en el primer distintivo que lograba certificar la huella de carbono.