Con la uva se elaboran los mejores vinos y cavas del mundo, siendo el vino uno de los productos más legendarios y con más historia del planeta y del que han derivado culturas e infinidad de mitos. El vino es una bebida obtenida de la uva mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo. Estudios han demostrado que el consumo moderado de vino tinto, tiene excelentes beneficios para la salud. Uno de los componentes de las uvas y el vino es el denominado resveratrol. Tiene varias características biológicas importantes. Es antiinflamatorio y tiene efectos sobre el metabolismo de los lípidos.
Pulpa, el principal componente de la pulpa es el agua. El segundo es el azúcar, vital para que las levaduras lo transformen en alcohol. Durante la maduración los niveles de azúcar aumentan y el jugo se vuelve más denso. Esta densidad se mide para controlar el grado de maduración de las uvas. La pulpa también contiene acido tartárico y ácido málico. La pulpa es la encargada de aportarnos aromas en los vinos, proteínas, y vitaminas.
La piel, en la piel se encuentra los compuestos de color y sabor. Los taninos presentes en la piel son los responsables de la textura y estructura de los vinos tintos. Los antocianos, son los responsables de la coloración.
Pepitas y raspón, además de la presencia de taninos, las pepitas y el raspón contienen altos niveles de aceites amargos. Las pepitas de las uvas tienen un buen contenida en aceites y taninos y las encontramos en el interior de la uva en cantidades de entre 0-4 semillas por baya de uva.
Pruina, es una fina capa de cera presente en la cutícula del hollejo, en la piel, también llamada flor. En ella se encuentran las levaduras que se pueden usar en la fermentación.
Fuente: Portal Cocina y vino. La uva y su contribución al vino. Consultado el 18 de febrero de 2016, http://cocinayvino.net/gastronomia/especiales/12982-La-uva–y-su-contribucion-al-vino.html