La International Wine Challenge (IWC), cumplió 32 años de vida en este 2015 y es considerada una de las competencias más prestigiosas de la industria mundial del vino, emplea jueces expertos de todo el mundo (Masters of Wine, Master Sommeliers, importadores, distribuidores, enólogos, prescriptores, críticos y periodistas especializados). Esto asegura que sólo los más experimentados y respetados paladares califican los vinos durante dicha competencia, la cual, se celebra de forma anual dividida en dos fases (la primera el 1 en noviembre y la segunda el 2 en abril, para atender las necesidades de ambos hemisferios), evalúa todos los vinos recibidos mediante catas ciegas.
Los presidentes de la IWC (Tim Atkin MW, Sam Harrop MW, Oz Clarke, Peter McCombie MW y Charles Metcalfe) supervisan los paneles de jueces, los asisten en las decisiones difíciles y se aseguran de que solamente los vinos merecedores ganen una medalla.
Los premios otorgados son Medallas de Oro, Plata y Bronce así como los Trofeos y los elogios a las mejores categorías en el concurso. El compromiso fundamental de la IWC es ayudar a los consumidores a descubrir grandes vinos, las medallas ofrecen una garantía de confianza y de calidad. Obtener una medalla es una buena carta de presentación para la vinícola y el distribuidor, pero sobre todo para el consumidor final, el vino premiado destacará ante otros vinos a nivel mundial lo que le generará publicidad y relaciones públicas por haber participado en la IWC y haber ganado una medalla por su calidad y reputación en el mercado. El vino mexicano ha ganado varios premios en el extranjero, desde Estados Unidos hasta Europa y es un reconocimiento de gran importancia.
You may also like these posts:

